martes, 1 de marzo de 2016

29 de febrero



29 de febrero


Calendario

365,2422 días. Eso es realmente lo que tarda la Tierra en girar alrededor del Sol.
Pero bajo el actual calendario occidental –introducido a fines del siglo XVI– se estableció que un año constaría de 365 días.
        Y la porción restante –de cinco horas, 48 minutos y 46 segundos cada año– se suma para formar un día adicional cada cuatro años, como una forma de mantener nuestros relojes sintonizados con la Tierra y sus estaciones.
       Ese día en cuestión se le suma al mes de febrero, que por eso este año tiene 29 días.
       Y para celebrar la rara ocasión, en BBC Mundo te compartimos cinco hechos curiosos sobre los años bisiestos.
HISTORIA DEL 29 DE FEBRERO.

1. La culpa es del emperador


Julio César        Bajo el gobierno de Julio César en el siglo 1 a.C., se comisionó a los astrónomos la tarea de mejorar el antiguo calendario romano, que tenía 355 días con un mes adicional de 22 días cada dos años.
        Se pensaba que el calendario se había quedado irremediablemente fuera de sincronía con las estaciones y por eso se creó el año de 365 días, con un día adicional cada cierto número de años para incorporar las horas adicionales acumuladas.
       Fue así que nació el año bisiesto. Y en esos años especiales, el mes de febrero, que originalmente tenía 29 días, pasaba a tener 30.
       Pero se cuenta que cuando Augusto se convirtió en el primer emperador del recién establecido Imperio Romano, quiso tener un mes nombrado en su honor con los mismos días que el mes de julio, que honraba a Julio César.
        Ya los egipcios sabían que cada cuatro años la salida helíaca de la estrella Sothis (Sirius) se retrasaba un día, dando inicio al año nuevo. Sin embargo, doscientos años antes, en el concilio de Cánope, cuando pudieron hacer la reforma, los egipcios no la hicieron debido a pugnas entre las castas sacerdotales y la clase política. 
        Este calendario fue oficial en Roma durante los siguientes siglos, incluso en el Concilio de Nicea se advirtió que había un error de Sosígenes, pero no hicieron nada por corregirlo, hasta 1582, cuando se adoptó el calendario Gregoriano. 
       Y en la batalla por los días adicionales el pobre febrero terminó cediéndole un día a agosto.

febrero         Que este lunes, 29 de febrero, esté reflejado en el calendario ha provocado que el 2016 en un año bisiesto.
         Esta particularidad sucede cada cuatro años y sirve para corregir las 'irregularidades' que se van acumulando en el almanaque. 
        En realidad, cada año tiene 365 días, 5 horas y 48 minutos, unas cifras 'extra' que no se contabilizan y que motivan que cada cuatrieniose sume un nuevo día. 
       De esta manera, los años bisiestos se componen de 366 días, uno más de lo habitual. 

        La expresión 'año bisiesto' deriva del latín 'bis sextus dies ante calendas martii' (sexto día antes del mes de marzo), que correspondía a un día extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero por Julio César. 
       Esto se debe a que, en el calendario juliano, el 24 de febrero era el sexto día antes de las calendas (primer día del mes) de marzo.
        Los romanos no contaban los días del mes del 1 al 31, sino que tomaban tres fechas de referencia: calendas, nonas e idus.
       Para contar se incluía el día de referencia (en este caso, el 1 de marzo). 
      Ya en el calendario gregoriano, hecho por el papa Gregorio XIII y que se usa actualmente, este día extra se colocó al final del mes de febrero, que en vez de 28, pasa a tener 29 días.

Datos
      Si bien lo más común es que cada cuatro años exista un año bisiesto, esto no se da en todos los casos.
       Si un año bisiesto considerado de fin de siglo puede dividirse por 100 pero no por 400 pierde esa condición. 
      Los años 1700, 1800 y 1900 no fueron considerados como bisiestos, pero el 2000 si tenía las condiciones para serlo.
        Esto se hace para añadir mayor exactitud a la duración astronómica de los años. 

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